HOWLING (AULLIDO) 1-6
– Jennifer; voy.
La abuela estaba sentada en una mecedora, Jennifer se sentó en la alfombra, al lado de la chimenea. Sus brazos los puso encima de las piernas de su abuela, mirándola fijamente le pregunto.
–Jennifer; ¿puedo preguntarte algo sin que te rías de mi? Cogiéndole las manos, dándole un beso.
– Abuela; Dime mi niña, ¿que se te está pasando por tu linda cabecita?, anda, cuéntame que te preocupa. No me gusta verte así.
–Jennifer; ¿hay lobos en el bosque?
– Abuela; Veces se escuchan aullidos de lobos. Hay vecinos que han visto alguno de lejos, pero nunca han podido cazarlos, ni acercarse a ellos. Tampoco a los granjeros les han hecho daño, ni matado ningún animal de las granjas. ¿Por qué me preguntas hija, has visto alguno, te han asustado?
– Jennifer; abuela ¿los hombres lobos existen?
– Abuela; hija nunca nadie vio a ninguno, mancan ningún ser humano se choco con alguno. Hay una leyenda sobre estos bosques. Mi madre, tu bisabuela me la contaba, yo se la conté en una ocasión a tu madre, y ahora te la contare a ti mi vida.
Estos bosques tienen dueño, hace muchos, muchos, muchos años, un conde fue maldecido por una gitana. Dicen, que la gitana se enamoro locamente de él. El se aprovecho de ella, haciendo con ella todo lo que quiso y cuando se canso, la vendió a un barco de esclavos que pasaba por ahí. Ella antes de que se la llevaran maldijo al conde y a toda su descendencia, a los aldeanos, a los demás trabajadores de las tierras, a todos por no ayudarle en aquel momento. Les dijo que serian hombres y mujeres lobos, en cada luna llena se convertirían en lobos. ¿La verdad? no se sabe, lo que sí es cierto, es que estos bosques tienen dueño. Muchos aldeanos han intentado comprar terreno, sobre todo cerca del torrente. Nunca han podido, ni cortar árboles, ni edificar casa, ni nada. La gitana nunca llego a subir al barco, cuando se dirigía a él, le quito un cuchillo a alguien y se corto el cuello.
– Jennifer; abuela ¿Cuándo quieres a alguien, lo quieres tal y como es? ¿Tú quieres al abuelo muncho verdad? ¿El abuelo cómo es?
Jennifer se iba tranquilizando, conforme su abuela le iba respondiendo a las preguntas.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales